© 2006
El Autor – Rozánov Nicolái Nicoláevich
Las traducciones de los títulos, de los artículos, de los libros, de las citaciones y declaraciones de los científicos – posiblemente no coinciden letra a letra con las traducciones oficiales, si tal existieran.
1. La materia del Universo nace de la «Nada Absoluta» o del vacío astrofísico (V.A.F.).
2.El Universo está compuesto por cantidades absolutamente iguales de sustancia y antisustancia (Klein, Alfvén), que consisten en diadas, y las diadas en dos partículas elementales, las cuales nacen en pares del «Absoluto Nada» o del Vacío Astrofísico (V.A.F.):
\left({\overset{+}{p}}+{{\overset{-}{p}}}\right) y \left({\overset{-}{e}}+{{\overset{+}{e}}}\right),
en los «cuerpos – D» (el núcleo del cuásar, según la definición del académico Ambartsumian, donde la abreviatura D viene de la palabra «denser») de los Cuásares.
3. Partiendo de la teoría electrodinámica de la gravitación (Mossotti, Weber, Zöllner, Lorentz, Wien, Poincaré, Riemann, Neumann, Rykov, Bukalov y otros), las partículas formadoras de sustancia, poseen masa en reposo y carga eléctrica elemental (±1), pero no poseen la llamada «carga gravitacional – \left({\Delta\overset{\pm}{q}}\right)».
Por lo tanto, las partículas elementales nacidas en los «cuerpos D», sólo al unirse en diadas:
\left({\overset{+}{p}}+{{\overset{-}{e}}}\right) y \left({\overset{-}{p}}+{{\overset{+}{e}}}\right),
forman lo que se llama «sustancia», es decir, las diadas poseen masa inercial virial total y «carga gravitacional» \left({\Delta\overset{\pm}{q}}\right).
Pero dado que la probabilidad de formación de diadas
\left({\overset{+}{p}}+{{\overset{-}{e}}}\right)
y antidiadas
\left({\overset{-}{p}}+{{\overset{+}{e}}}\right)
en el «cuerpo – D» es igual, en conjunto el «cuerpo – D» no posee «campo gravitacional», por ello, gravitacionalmente, los «cuerpos – D» de los quásares ni se atraen ni se repelen entre sí, y su disposición espacial se mantiene estática y estacionaria (Zhuk, Moroz, Varaksin).
4. Las partículas elementales nacidas en los «cuerpos – D» (protones, antiprotones, electrones y positrones) se combinan en diadas de sustancia y diadas de antisustancia (hidrógeno, antihidrógeno).
Las diadas de sustancia y de antisustancia antigravitan entre sí debido al déficit en la fuerza de atracción entre el protón de la diada y el antiprotón de la antidiada, en relación con las fuerzas de repulsión entre la diada y la antidiada.
Por lo tanto, en direcciones diametralmente opuestas, desde el «cuerpo – D» del quásar, se forman nubes de hidrógeno de un lado y, del lado opuesto, una nube de antihidrógeno. Estas nubes se repelen entre sí (antigravitan) y al condensarse forman galaxias y antigalaxias (Ambartsumian, Klein, Alfvén).
Fuente de radio 3С236 «pajarita».
5. Si la sustancia y antisustancia del Universo está compuesta de microdiadas:
\left({\overset{+}{p}}+{{\overset{-}{e}}}\right) y \left({\overset{+}{e}}+{{\overset{-}{p}}}\right),
entonces las leyes del Megamundo deben ser las mismas que las leyes del Micromundo, es decir, la ley de los cuadrados inversos de Newton-Coulomb y el teorema del virial (Clausius).
6. La teoría newtoniana de la gravitación no explicaba la anomalía de la órbita de Mercurio…
El movimiento de cualquier cuerpo celeste en la orbita elíptica alrededor de un centro de gravedad, del Sol o de una estrella, debido a la distribución inversamente proporcional de la fuerza centrípeta y centrífuga, al acercarse a los puntos de perihelio y afelio, se irá transformando gradualmente en un movimiento circular. El desplazamiento de los puntos de perihelio y afelio está dirigido en sentido opuesto al movimiento del planeta. La órbita elíptica de Mercurio tiene una explicación muy simple:
El planeta Mercurio se encuentra en la órbita más cercana al Sol, por lo tanto, tiene la mayor frecuencia de revolución alrededor de éste. Y como el Sol atrae hacia sí a todos los objetos físicos que pasan cerca (asteroides grandes, cometas, etc.), la probabilidad de colisión de Mercurio con ellos es la más alta de todos los planetas del sistema solar, alterando así la forma de su órbita hacia una elíptica.
7. Dado que los valores de los «coeficientes gravitacionales — G(de los nucleidos)» («La gravedad, la interacción débil y la interacción fuerte») para cada nucleido se calculan mediante la fórmula:
G = C2× 10-7× | Δq × N |2
donde N es el número de átomos en 1(kg) del nucleido,
y que dicha fórmula tiene una naturaleza claramente electrodinámica, la expresión entre paréntesis, en valor absoluto :
| Δq × N |2
no es otra cosa que la carga electrodinámica de un kilogramo de masa virial del nucleido o antinucleido:
Σ (|Δq|(c/kg)) =|Q|(c/kg).
Por consiguiente, la interacción «gravitacional» es en realidad coulombiana, incluso para los objetos que se consideran «neutros», compuestos también por diadas (supuestamente) «neutras», pero que poseen una carga electrodinámica excedente:
\left (\Delta\overset\pm{q}\right ) ≈ 1 ÷ 2 × 10⁻37 (cl)
y una fuerza de interacción:
8. De este modo, en la Naturaleza existe una sola interacción fundamental de tipo de fuerza, que tiene una naturaleza electrodinámica y que obedece a la ley del inverso del cuadrado:
F = \frac{c^{2}\times 10^{-7}\times \left| Q_{\left( 1 \right)} \right|\times\left| Q_{\left( 2 \right)} \right| }{r^{2}} .
9. Dado que la interacción «gravitacional» (es decir, la misma interacción coulombiana) entre los objetos cósmicos se calculaba según la fórmula:
F = G \frac{m_{\left(1\right)}\times m_{\left(2\right)}}{r^{2}}
y que la constante «G» se determinaba mediante una balanza de torsión (20), fabricada con cuerpos sólidos, el valor más preciso conocido por el autor es:
G = (6,67387\pm{0,00027})\times{10^{-11}_{(N{\cdot}m^2/kg^2)}}
(Revista de Física Rusa, Nº 1, 2005),
mientras que la masa virial se determinaba con la fórmula:
m(r) = \frac{r\times{V^2}}{G},
donde:
- M(r) – masa dentro del volumen esférico de radio (r),
- V(r) – velocidad de rotación a la distancia (r) del centro,
- G – constante de gravitación.
Y si la masa principal está concentrada dentro de un volumen de radio (r), entonces más allá de ese volumen:
V \sim {\sqrt{r}} (17).
Por consiguiente, la masa virial de un objeto cósmico, según la fórmula de la rotación diferencial, es inversamente proporcional a la constante gravitacional.
Pero dado que la sustancia y antisustancia en el Universo está compuesta aproximadamente en un 77,4% de hidrógeno – antihidrógeno y un 20,8% de helio – antihelio ((17) pág. 567), y que el coeficiente gravitacional calculado por el autor para el protio es:
G(¦H) = 3,38331990152076 × {10^{-11}_{(N{\cdot}m^2/kg^2)}}
entonces la masa virial del hidrógeno en el Universo es:
\frac{(6,67387\pm0,00027)\ \times\ {10^{-11}_{(N{\cdot}m^2/kg^2)}} }{{3,38331990152076}\ \times\ {10^{-11}_{(N{\cdot}m^2/kg^2)}}} ≈ 2,
es decir, aproximadamente el doble de la calculada mediante la constante más precisa para objetos «sólidos».
La «contribución» del helio-4 constituye solo un 7%, más el polvo cósmico, los protones libres y las partículas α, de modo que el enigma de la masa oculta queda resuelto.
10. A partir de todo lo expuesto, se concluye que:
La teoría de la gravitación de Isaac Newton sigue siendo una ley fundamental exacta de la Naturaleza, que debería denominarse «Ley Universal de la Interacción», puesto que la sustancia y la antisustancia antigravitan entre sí (13,43).
Voltaire sobre Newton.
Voltaire, en sus Cartas filosóficas, obra cuya redacción comenzó a finales de 1727 – comienzos de 1728 mientras se hallaba en Inglaterra, y que concluyó tras su regreso a Francia a finales de 1732, fue el primero en el continente europeo en exaltar tanto a Isaac Newton como al newtonianismo.
La Cámara Judicial («Parlamento») de Francia condenó inmediatamente el libro a ser quemado, considerándolo una obra «seductora, contraria a la religión, a las buenas costumbres y al respeto a las autoridades».
En ella, Voltaire escribe en particular:
«…El más grande fue Isaac Newton;
porque si la verdadera grandeza consiste en recibir del cielo un talento poderoso y utilizarlo para la propia educación y la ilustración de los demás,
entonces un hombre como el señor Newton, que apenas aparece una vez en diez siglos, es verdaderamente grande,
mientras que todos los políticos y conquistadores —de los cuales ningún siglo carece— no son en realidad más que ilustres criminales.
Admiramos a quienes dominan las mentes por la fuerza de su verdad, no a quienes, por medio de la violencia, crean esclavos;
a quienes han conocido el Universo, no a quienes lo han desfigurado».
((2) p.14)
Resumen.
- Según la teoría de Newton, un cuerpo se mueve en un espacio-tiempo plano bajo la acción de una fuerza externa de origen desconocido … «No invento hipótesis» (2), y bajo la acción de una fuerza de inercia de igual magnitud pero de dirección opuesta:
«De la inercia de la materia se sigue que todo cuerpo es movido o detenido con dificultad.
Por lo tanto, la “fuerza innata” podría llamarse con toda propiedad “fuerza de inercia”». ((2) p.25)
Según la teoría de Einstein, el cuerpo se mueve en un espacio-tiempo curvo, sin acción de fuerzas externas ni de fuerza de inercia, de acuerdo con el principio de Mach (56), lo cual no comparte N.N.Rozanov.
-
Según la teoría del campo electromagnético del autor N.N.Rozanov, el cuerpo se mueve en un espacio-tiempo plano bajo la acción de una fuerza electromagnética externa — coulombiana (20) o amperiana (57) — y de una fuerza interna de inercia de sentido opuesto a la externa, propia de las diadas de la sustancia:
\left({\overset{+}{p}}+{{\overset{-}{e}}}\right)
Es decir, una fuerza determinada por la estructura interna de la sustancia y antisustancia.
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