© 17.10.2009
Autor – Oleg Nicoláevich Rozánov
Se ha informado, a partir de especialistas, que un superconductor con una sección transversal de 1(mm²) es capaz de conducir la corriente eléctrica generada por una central de gran potencia (no se especificó de qué magnitudes se trataba).
En el artículo «¿Silencio o a quién beneficia?», se describe con detalle un experimento relativamente sencillo, llevado a cabo en el Instituto de Cibernética de Kiev, que lleva el nombre de V.M.Glúshkov, a comienzos de la década de 1990. Dicho experimento también señaló la viabilidad práctica de desarrollar una nueva generación de aeronaves. Resulta relevante destacar que la forma óptima de tales dispositivos corresponde a la de los denominados «platillos voladores» o discos, puesto que el sistema de propulsión estaría constituido por tres o cuatro bobinas superconductoras situadas en la base inferior, destinadas a modificar el vector de movimiento. (En caso de que la base del objeto se componga de tres o cuatro bobinas superconductoras, sería posible, mediante la circulación diferenciada de corriente en cada bobina, regular el vector de empuje. No obstante, ello constituye una hipótesis especulativa 8-O).
Existen referencias dispersas, en determinados recursos de internet, sobre las mínimas pérdidas de peso en transformadores o bobinas (no confundir con la masa). Sin embargo, no se han publicado descripciones científicas exhaustivas acerca de la investigación de tales fenómenos. En cambio, cuando se aborda el tema de la antigravedad, suele recibirse una respuesta despectiva o burlesca por parte de la comunidad científica.
Cabe señalar que, si se analiza el fenómeno o la interacción gravitatoria fundamental desde la perspectiva de la teoría de la relatividad especial (TRE), la noción de antigravedad resulta difícil de sistematizar en el marco conceptual vigente. No obstante, si todas las interacciones fundamentales se consideran de naturaleza coulombiana, el modelo se integra de forma coherente en la concepción moderna del universo.
Conviene recordar que en los cálculos orbitales se emplea la mecánica celeste newtoniana, mientras que respecto a la pregunta «¿Dónde se aplica la TRE?», lo que suele obtenerse de la comunidad científica son relatos especulativos acompañados de ilustraciones manipuladas digitalmente.
Es evidente que los superconductores representan un material del futuro. Para quienes no estén familiarizados con el tema, debe aclararse que, en la actualidad, no existe un material en el entorno natural que posea de manera estable tal propiedad, ya que la temperatura máxima a la que se activa el fenómeno de la superconductividad es de – 180 °C o inferior. Si bien en el espacio exterior tales condiciones se dan de manera natural, es necesario evitar la exposición directa a los fotones o, en otros términos, el calentamiento.
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